Estamos en época de crisis, realmente, lo creo.
Estamos en crisis en lo que se refiere a nuestros valores, en lo que se refiere a nuestra capacidad de reacción, y sobretodo en respecto a nuestra creatividad e individualidad.
Nos hemos convertido en una masa sin nombre ni ideología, guiada absurdamente por las ideas manipuladas de la prensa y los medios de comunicación, al compás de los intereses de unos pocos.
Afirmamos la educación como fuerza liberadora, pero poco nos molestamos en conseguir una educación integradora, integral y libre que nos sirva como medio de cambio y de evolución y que no reproduzca los fallos y las desigualdades que actualmente existen en nuestra sociedad.
Hacemos y decimos lo que hacen los demás, sin someter a crítica, o se es del Barsa o del Madrid, del PSOE o del PP, no tenemos cara propia, ni carácter, somos la masa, el vulgo, peligroso en ideologías, seguiríamos cualquier camino que nos dictaran con un poco de carisma… nos hacen la cama día a día, muchos protestamos y nadie hace nada por cambiarlo, incluso están los que le parece bien.
Como ya se dijo; no se puede ser libre, sino se piensa libremente, es estúpido o cobarde pensar que dirán los otros si tus ideas son diferentes.
Algo utópico no es algo efímero, utopía es sólo algo que todavía nadie creó, pero yo aún tengo esperanzas.
Me revuelve el estómago ver como es tónica general, encontrarte con gente que ha plantificado el ombligo del mundo en su propio ombligo. Gente que no tiene una conciencia moral global que comprenda que una situación es siempre consecuencia de otra, y no sepa ver como el mundo, más que nos pese, no se divide en países, ese no es el orden natural de las cosas.
Sólo se preocupan de sus 100m2 de existencia, ignorando que la basura que tiran en la puerta les volverá un día en forma de otra cosa.
No deberían tener hijos, deseándoles un mundo que ellos mismos se encargan de estropear, hasta en esto son egoístas, aunque obviamente la educación que les darán será las misma que ellos se aplican, ambicionar todo, el que más tiene más vale y cierra los ojos ante los que están peor, porque tu tienes que idolatrar a los que llegan alto. Los que están en la punta de la pirámide, los neoliberales, capitalistas, mafiosos, corruptos…siempre vestidos de traje.
Me fastidia ser pesimista, o explicar así mis ideas.
Quizás son ganas de revolver el estómago de alguien para ver si cambia de posición.
Tengo fe en la gente, individualmente el cambio es posible, como ha habido otros importantes a lo largo de la historia. Igual que creo en mi voluntad de cambio, veo posible un mundo más genuino, donde el pueblo, la masa que dicho antes, se mueva pacíficamente y luche por una mayor igualdad y libertad. La política está pensada para unos pocos, los sistemas económicos son de unos cuantos menos, la inversiones estatales en asuntos sociales les parecen una pérdida de dinero a estos sistemas que están precisamente pensados en ellos mismos.
La crisis, yo la tengo desde que nací en una clase media baja, la crisis nerviosa me da cuando veo a discutir a trabajadores como yo, sobre asunto de economía, bolsa, mercados…España va bien.
Pocos siglos antes nos revolvíamos por conseguir unos pocos derechos como trabajadores, y ahora fingimos vivir como burgueses. A mi me siguen preocupando los que no están aburguesados (no los que sufren la crisis ahora porque se compraron dos casas y dos coches) sino los que ya la sufrían antes. Me preocupan los inmigrantes que están en nuestro país, los que vinieron en busca de una vida más digna, aquella que los países del tercer mundo (80% población) no tiene, porque los del primer mundo (20%) nos la estamos comiendo literalmente. Creo que son nuestra responsabilidad, o no? También contaminamos su cielo y provocamos una desertificación que cada día les empujará más hacia el Norte, o no? O no tienen derecho al agua? O a un grifo? O a una educación que los libere de concepciones culturales arcaicas y censuradoras?
Es fácil opinar desde este lado del mapa, lo sé, pero al menos se debería hacer un ejercicio generalizado de agradecimiento y humildad, por haber nacido aquí, y sentirse afortunados, respondiendo con ideas tolerantes y no xenófobas, con políticas de ayuda y no restrictivas, con un poco de compresión y solidaridad.
De que sirve una vida alienada, fácil y cómoda si lo único que quedará de nosotros será el anhídrido carbónico de tubo de escape de nuestro coche y los kg de plástico que arrojamos al mar!
Es de ignorantes pensar que nuestros actos no tendrán consecuencias.
carol
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