lunes, 11 de abril de 2011

lo prometido es deuda...

Hace unos días hice 36 años...parece que fue ayer que cumplía los 30 y sin casi darme cuenta han pasado no sólo seis años, sino toda una transformación de mi vida. Mi carrera frenética fue sustituida por la calma y el esfuerzo y la búsqueda, (esta vez más pausada) de un sentido vital. Me gustaría creer que ha sido sólo la madured espiritual, pero he de reconocer que la física también se empieza a notar.
Al poco de llegar a la treintena apareció mi marido, llegó como un viento huracanado y de lo que esperábamos que fuera un apasionado amor de verano, pronto nació el compromiso mutuo y las ganas de construir algo fuerte, nos casamos casi al año y prometimos acompañarnos en la búsqueda.
Comprendí que sólo con ideas no se consigue nada y puesto que mi idealismo crecía como una planta invasora, elegí una carrera en la que pudiera dar ese algo de mí que llevaba dentro. En cinco años a la vez que trabajaba, hice el acceso a la universidad y la diplomatura de Educación social. Descubrí que era buena para los estudios y me planteé nunca dejar de aprender, como si fuera mi droga.
Encontré el amor comprometido y encontré detrás del esfuerzo la recompensa.
Nunca me he sentido dueña de ningún sitio, no soy patriota, ni melancólica.Más bien soy como un parásito capaz de ser feliz allí donde pose mis patitas, me gusta la supervivencia, y en este aspecto no le tengo miedo a nada. Así que..después de dejar de volar (laboralmente, no mentalmente) volví a Zaragoza buscando una vida menos frenética, donde construir un nido con mi marido, descubrimos que incluso Zaragoza, llevaba un ritmo que no nos apetecía vivir.
Ahora vivo en un pueblecito de pocos habitantes, ha sido un paso más, de la búsqueda, del intento de seguir viajando, pero esta vez, hacia dentro. Conforme la vida se vuelve más pausada, más importante es estar atento a los mensajes que nos llegan desde el interior y son los que bien entendidos, nos dejaran estar más felices en la rutina diaria. Sin comprenderse a uno mismo, no puedes saber a donde vas y menos por dónde.
Tenemos nuestra casa, hemos ampliado corral y pronto tendremos jardín y huerto (huertecito), tenemos a Pelu, Capri y Lotar que nos hacen sonreír cada día y hoy, precisamente hoy, he aprobado un examen para una plaza relacionado con mis estudios.
Mi vida ha bajado de revoluciones, pero mi mundo no ha dejado de crecer...Sigo soñando con hacer un millón de cosas, pero esta vez, estoy adquiriendo las herramientas para lograrlo. Sigo pensando en positivo, y sigo atrayendo aquello que deseo...
También es cierto, que al igual que mi última carta, encuentro muy poca gente con la que compartir ganas de luchar por valores, gente con una conciencia moral global..pero hasta de esto tengo un buen presentimiento y creo...que aquí donde estoy, encontraré.
Se que más que mis típicas cartas, ha sido como dije una evaluación. Esta carta no ha nacido hoy de mis dedos de la necesidad de escribir, sino del compromiso que adquirí el momento que publiqué la otra!
No obstante parsará el tiempo y si blogger no me elimina del espacio  virtual, dará pie a nuevas reflexiones...espero no aburrir a ninguno de mis cientos de seguidores...jejejje