LA GUARDERÍA CAPRINA

Bueno, el cuidado de los peques va viento en popa!!! He descubierto con ésto que me gustan mucho más que antes...
Al principio se limitaban a comer, y asustarse cuando ibas a verlas...ahora se me acercan porque saben que soy yo las que las atendiendo continuamente, la verdad es que no dan nada de mal, y no necesitan grandes atenciones, pero mi me gusta estar con ellas, limpiarlas todos los días y sacarlas a que corran un poco por el corral. Están muchos más contentas, se echan sus carreritas y saltan con las cuatro patitas a la vez, es un estectáculo.
Donde va una, van las otras dos, y si la hembra mayor (5 meses) se aleja, los nanos (de un mes) empiezan a berrear, Cuernitos (hembra) ha asumido el papel de madre perfectamente y si los oye berrear  corre inmediatamente a su lado, aunque yo me ponga en medio y le de respeto pasar, me mira (a ver si me voy) y como ve que no me muevo, saca coraje y pasa corriendo por mi lado a reunirse con los nanos.
Como madre (o hermana mayor) se deja ningunear por ellos, que son un poco tiranos y la tratan fatal. A pesar de tener un comedero alargado donde caben los tres y cuatro más ellos, tienen que comer siempre de donde ella come, y para ello la empujan con sus diminutas cabezas hasta hacerla a un lado.
Capri (todavía tiene el nombre de hembra que le había puesto) es el más sociable y atrevido, como macho es más relajado que Copito (el otro nano), tiene una mirada dulce y se deja tocar, come de la mano y es el menos asustadizo de los tres, quizás sea porque cuando fui al verlos a pocos días de nacer, paso mucho rato en mis brazos, y de alguna forma, ésto le da más confianza. Copito, con su cabecita negra, tiene la mirada de un toro de lidia, a pesar de ser considerablemente más pequeño que su hermano, es mas músculoso y más bravo, embieste con su cabecita todavía sin cuernos y es muy orgulloso, nunca come de mi mano, acaso que los otros dos lo hayan echo primero, cierra la boca y vuelve la cabeza con arrogancia. Tiene un trato difícil, pero cuando salen a jugar, es el que más saltitos da, parece que tiene muelles en las pezuñitas.
Cuernitos, es una hembra, tranquila, sacrificada por la responsabilidad que ha asumido, tiene el aspecto de un asnito recién nacido y la cara muy dulce, aunque se fía más de mi, cuando Copito se revoluciona, se pone delante de él para protegerlo y copia su actitud desconfiada.
Pronto tendrán que irse son sus dueños, excepto Capri, que le estoy buscando un comprador, para que se libre de ir a la parrilla, si la devuelvo, me ha dicho el vendedor que será para comer.
No es justo, Capri es la más dócil y "humana" de las tres, es la mejor para criar, no dará grandes problemas...pero se que de aquí al lunes le habré encontrado una nueva casita!!!!